La comida sigue subiendo, ¿qué hago?

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Por: María Marín

Agradecida… Así me siento cada vez que voy al supermercado y puedo llenar mi carrito con proteínas, frutas, y vegetales. Y es que con los precios por las nubes que llegaron para quedarse, comer saludable se ha vuelto un lujo para muchas familias, que mes tras mes tienen que estirar su dinerito. Increíble y tristemente, llevarse un paquete de naranjas o papas a casa, ya es imposible para muchos.

Y con el aumento en precios, también sube la preocupación por la salud. Según un reciente estudio, el 50 por ciento de los hispanos en Estados Unidos asegura que los precios elevados son su principal barrera para acceder a una alimentación sana. Y si antes de esta inflación ya la cifra de latinos que sufren de diabetes, sobrepeso, presión alta, colesterol alto y otras afecciones cardiacas era muy alarmante, imagínate los muchos más que enfermarán.

Si eres de los que compra alimentos ultra procesados, altos en grasa, sodio y azúcar pensando que es tu única opción para sobrevivir, aprende a cómo modificar tus compras.

Prueba los congelados: Además de ser mas económicos que los frescos, le podrás sacar mejor provecho a frutas y vegetales congelados porque no se dañan tan rápido como los frescos. Y lo mejor de todo es que mantienen todo su valor nutricional a la hora de ser empacados.

Olvídate de los frijoles enlatados: Mas allá de la gran diferencia en precios, las habichuelas o frijoles secos son más ricos en valor nutricional y no contienen el sodio asociado a los enlatados. Al ser un alimento tan alto en proteína, fibra e hierro puede ser una sustitución para la carne. Ablanda todo el paquete de frijoles secos y congélalos en porciones para facilitar tu tiempo en la cocina.

Escribe todo: Cuando planificas el menú semanal puedes sacar mejor provecho de la comida, incluyendo los sobrantes. Por ejemplo, usa el pollo restante el próximo día en unas quesadillas o en una sopa. Y no te olvides de hacer una lista de compras, basándote en los ingredientes que tienes en tu despensa y en la cual jamás te debe faltar la mantequilla de maní, una excelente y económica fuente de fibra, proteína, y otras vitaminas.

La inflación seguirá y el bolsillo dolerá, pero jamás descuides tu alimentación… La salud no tiene precio.