Positivo impacto del yoga en la calidad del sueño

De acuerdo a un estudio, la calidad del sueño inducida por la radioterapia en el cáncer de mama mejoró con el ejercicio de respiración basado en el yoga

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La integración de una práctica diaria de respiración profunda basada en yoga puede mejorar la calidad del sueño y disminuir la fatiga en mujeres con cáncer de mama que se someten a radioterapia, según los hallazgos del estudio publicados recientemente en Oncology Nursing Forum.

En el marco del Día Internacional del Yoga que tiene lugar cada 11 de diciembre, resulta óptimo conocer algunos de los impactos que tiene su práctica sobre la salud.

La fatiga y la mala calidad del sueño son efectos adversos comunes de la radioterapia y pueden afectar negativamente la calidad de vida de los pacientes.

Un par de investigadores en Turquía se propusieron evaluar los efectos del pranayama y los ejercicios de respiración profunda sobre la fatiga y la calidad del sueño en mujeres que se someten a radiación por cáncer de mama.

Realizaron un ensayo aleatorizado y controlado con 60 pacientes de la unidad de oncología radioterápica ambulatoria de un hospital.

Esperaban determinar si las técnicas de respiración de pranayama podrían aumentar la actividad del sistema nervioso parasimpático de los pacientes y, en última instancia, mejorar la fatiga.

Se asignaron aleatoriamente 20 pacientes a cada uno de los grupos de atención estándar, un grupo de respiración profunda y un grupo de pranayama.

La fatiga de los pacientes se evaluó mediante la Piper Fatigue Scale (PFS), y autoevaluaciones utilizando los 19 ítems de Pittsburgh, (Índice de calidad del sueño, PSQI).

Los resultados sugirieron que la calidad del sueño mejoró con la intervención en comparación con su estado antes de la intervención. Los investigadores teorizan que un aumento en la práctica de pranayama puede conducir a una mayor mejora en la calidad del sueño.

Pranayama y otros ejercicios de respiración son actividades fáciles de aprender, fáciles de realizar y de bajo estrés que se pueden realizar solo o con otros.

“Sin embargo, los pacientes necesitan apoyo para aprender e incorporar estos ejercicios en sus actividades diarias y convertirlos en un hábito”, escribieron los autores.