Por: María Marín
Recuerdo la primera vez que visité una clínica mental para ver a mi ex vecina, una productora de televisión, quien ante todos parecía la madre, esposa y profesional perfecta; hasta el día que una fuerte depresión la traicionó.
La visité para animarla a que diera lo mejor de ella durante el tratamiento médico. En terapias, llamémosle “Elenita”, descubrió que en su afán por ser perfecta en su trabajo y hogar se había olvidado de ella misma. Tristemente existen billones de “Elenitas”, pues vivimos en una sociedad que lleva a las mujeres a vivir para los demás, olvidándose de ellas. Si te sientes agobiada y no encuentras tiempo para ti, comienza por estos pasos.
Comprende que jamás podrás dar lo que tú misma no tienes: Nada de lo que haces por otros es más importante de lo que ellos ven en ti. Es por eso que hay hijos que aún teniéndolo “todo”, son infelices. Cuídate física, mental y espiritualmente; aliméntate, descansa, hazte chequeos médicos, ejercítate y realiza actividades placenteras. ¡Jamás te sientas culpable de ponerte en primer lugar! Si no te cuidas, un día no podrás cuidarlos.
Crea espacio para los buenos amigos en tu agenda: Está comprobado que los más felices comparten a menudo con sus amigos. Y ahora, un estudio publicado por la revista “Society for Personality and Social Psychology”, establece que los amigos no solo influyen en el nivel de estrés y en la capacidad de afrontar las cargas del día a día, sino también en los indicadores de salud física, demostrando una presión arterial más baja. Así que encuentra siempre el momento para “escaparte” y pasar un rato de amistad. Y sí tienes el tiempo muy apretado, puedes encerrarte en tu habitación y tomarte un café o un vinito, mientras realizas una llamada a una amiga.
El día que “Elenita” empezó a ponerse en primer lugar, no sólo se curó, sino que reconoció que ser una madre, esposa y empleada feliz era más importante que ser “perfecta”.