Intercambiar azúcares simples, grasas saturadas y sodio en la preparación de alimentos da un valor calórico menor, más saludable y sin restar sabor con el beneficio de contribuir en la prevención del sobrepeso, explica la nutrióloga Geraldine Díaz Cózar.
Mismo sabor con mejores ingredientes
La sustitución de algunos de los ingredientes con alto valor calórico utilizados durante la preparación de los alimentos tiene el objetivo de “disfrutar de una comida más saludable y reducir el consumo de calorías para evitar el aumento de peso”.
Díaz Cózar, señala que “los ingredientes que se acostumbra agregar en los platillos, independientemente de las regiones o del país donde se viva, suelen ser ricos en calorías como azúcares simples, grasas saturadas y sodio que afectan a la salud”.
“La característica de la sal, la grasa y los azúcares simples es que elevan los sabores, pero nos cobran un gran precio a nuestro bienestar. Sin embargo, es posible intercambiar algunos componentes y darles a estos alimentos un valor calórico menor, que sean más saludables sin quitar su sabor”.
“Es posible cambiar el contenido de grasas saturadas, como la manteca o mantequilla, por un aceite vegetal de olivo, cacahuate o ajonjolí ,que son ricos en grasas insaturadas y con cero colesterol, con ello, se consume un compuesto favorable para el corazón y se otorga un sabor agradable a los alimentos”, detalla la especialista.
En una ensalada de manzana o en las pastas en lugar de prepararlas con crema o mayonesa, ingredientes altos en grasas saturadas y colesterol “malo” que obstruye las arterias, está la opción de utilizar yogurt, sin endulzante y descremado, para que otorgue la misma consistencia y sabor al platillo, así, además de reducir las grasas, se aumenta su valor nutricional.
“Existen varios ingredientes que pueden ser sustituidos por productos vegetales como la crema de almendras o el tofu, que son ricos en proteínas, ácidos grasos, Omega 3, Omega 6 y tienen buen sabor. Incluso se puede reemplazar por aguacate el cual contiene Omega 3 y además es cardioprotector”.
Lo mejor es prevenir
La nutrióloga añadió que “prevenir, en lugar de improvisar, ayuda a que una persona no salga de sus buenos hábitos, por ejemplo, si sabe que se expondrá a platillos ricos en calorías, grasas, azúcares y sal, es importante que mantenga una alimentación saludable antes y después de cualquier evento, así como realizar ejercicio habitualmente para controles glicémicos y el corazón”.
Refirió que la alimentación no necesariamente debe de estar peleada con el buen sabor, éste no se reduce al mejorar la calidad de los ingredientes y nutrientes.
“Una buena nutrición no implica comer insípido, es posible disfrutar nuestra comida sin que perjudique nuestra salud”.
