Josie Flores-Clark es conocida en San Diego por el papel clave que jugó al ser la mano derecha del ex alcalde de National City Ron Morrison.
El incansable compromiso que ambos tuvieron con la comunidad en los últimos 12 años de hacer de National City un lugar seguro y hermoso para vivir, los hizo más cómplices que colegas. Ahora esa fase de su vida terminó pero ha comenzado una nueva.
Nos reunimos con Josie para reflexionar sobre el pasado y también para dar una mirada al futuro. Josie nos abrió su casa y su corazón en una exclusiva entrevista para Celebrando Latinas Magazine mientras comparte con nosotros su historia la que comenzó en los campos de Calexico.
Josie nació en Calexico y se crió en el norte de California, su madre emigró de Michoacán, México y su padre vino de Texas.
Estuvo sin hogar durante la mayor parte de su infancia siguiendo los cultivos. Trabajando en los campos. Se despertaba a las 3 a.m. para trabajar, después a las 6:30 a.m saltaba a los canales de congelación con una barra de jabón para bañarse y prepararse para la escuela. Aunque estaba sin hogar, la entonces niña no se sentía de esa manera o no se daba cuenta, vivir en el camión de su padre con sus seis hermanos juntos cegó su entonces realidad.
“He decidido quedarme con la ciudad y su gente a la que tanto quiero”.
Se casó a la temprana edad de 19 años y tuvo dos hijos de su primer matrimonio, después de 13 años se divorció. En 1989 Josie vivía en Watsonville, en un tráiler con sus hijos, pero un día una gran terremoto golpeó la ciudad dejándola sin hogar una vez más. Después de tener tres trabajos y de vivir en su auto, Josie decidió enviar a sus hijos a San Diego para que se quedaran con sus padres hasta que ella ahorrara el suficiente dinero para mudarse a San Diego y conseguir un lugar propio. Nueve meses después se reunió con sus hijos en San Diego, dio el pago inicial de una casa y finalmente se estableció en esta bella ciudad. Se volvió a casar en 1991 y en 1992 dio a luz a la más pequeña de sus hijas. Josie y su esposo reconstruyeron una vida y han disfrutado criando a sus hijos, viéndolos crecer y teniendo éxito en sus propios caminos.
Cuando comenzó a trabajar en National City con el alcalde Ron Morrison, no tenía ni idea de la montaña rusa que tenía por delante, ni siquiera sabía que lo haría.
Hizó amistades de por vida y recuerdos indelebles. Su trabajo iba desde prepararse para las reuniones de consejo, la elaboración de investigaciones sobre políticas hasta apoyar a la oficina del alcalde con la información precisa, que permitiera ayudar a los constituyentes con las preocupaciones diarias tales como baches, y problemas de seguridad.
Como Ron Morrison mismo lo dice, “Cuando contraté a Josie por primera vez, vi una gran cantidad de potencial sin explotar. Le di mucha libertad para servir a la gente de National City y se convirtió en la mejor compañera de oficina que cualquier alcalde podría pedir! En qué ejemplo tan asombroso se ha convertido para las mujeres que quieren trabajar duro para hacer grandes cosas”.
Ella representó públicamente al alcalde para asegurarse de que la gente sabía cuánto se preocupaba por ellos, participaba desde en un Café con la Comunidad, hasta foros, y eventos. Su trabajo, como suele ser el caso del servicio público, fue de todo el día.
Lo que la distingue desde lejos es su genuina pasión por las personas, su entendimiento por sus necesidades por conocerlas, por ella misma haber estado allí, conociendo de cerca lo que es necesitar ayuda. En sus propias palabras: “Llegar a ver a la gente en lo que algunos consideran su ‘momento más bajo’ me ha motivado a valorar a las personas no por su posición o por cómo se ven a sí mismos sino de acuerdo a su potencial y necesidades”.
El final de su viaje con el alcalde Ron Morrison como lo describió después 12 años marca un nuevo comienzo para Josie, uno en el que está decidida a tener control total de ella, ciertamente se ha convertido en una mujer más fuerte.
Su liderazgo y su pasión por el servicio la tiene una vez más al servicio de la comunidad de National City.
Su nuevo rol como asistente ejecutiva del director de Vivienda y Desarrollo Económico es la plataforma perfecta para que ella aborde los temas sobre la comunidad que más le apasionan, como encontrar formas de proporcionar más recursos locales de manera sostenible, para ayudar a otros a superar las crisis y aumentar las oportunidades para la comunidades desfavorecidas.
Pero nada de esto ha sido un lecho de rosas, la profesión política puede ser brutal, puede quitarte vida.
Josie compartió con nosotros que uno de sus mayores desafíos como latina es tener que lidiar con juicios externos sobre “mujeres” y “mujeres de color”
y sin embargo, estos se utilizan para obtener ventajas políticas. Josie considera que “Algunas veces las mujeres somos nuestro peor enemigo. Muchas personas no me reconocen inmediatamente como latina y siempre es interesante ver la percepción en ambas direcciones “.
Debido a sus humildes comienzos como una joven latina que crecía en los campos y habiendo tenido la oportunidad de lograr un impacto positivo en su comunidad. La ha ayudado a superar todas las posturas políticas para hacer una diferencia en la vida de las personas sin permitir que juicios externos tengan un efecto sobre quién es ella.
Tenemos una nueva Josie, con determinación continúa inspirando a las latinas en San Diego. Debajo está una pionera latina fuerte y segura, que se mantiene fiel a ella misma, como una flor de campo.