Una de las claves del éxito es aprender a poner límites, al hacerlo nuestra confianza crece y aunque no lo creas, recibes un mayor respeto de los demás. Aun cuando los beneficios son grandes, y en teoría suena fácil de hacer, sabemos bien que no es así.
Es difícil poner límites en una cultura que nos ha enseñado a compartir, a ser generoso, a ser cordial y a ayudar al prójimo. Y en general estos valores sin duda tienen un lugar en nuestra vida, pero el dar todo el tiempo sin limites te puede dejar vacía y con gran frustración. A la larga te puede causar problemas económicos o incluso depresión, sentir que han tomado ventaja de ti, o bien, que te falta carácter.
Poner límites es diferente para cada persona, lo cual complica todo un poco más. Por ejemplo algo que tu consideras demasiado, tal vez otra persona no, y él o ella no podrá entender porque “eres tan mala”. Para saber cuánto es demasiado empieza por confiar en tu termostato interno- aprende a reconocer cómo te sientes cuando dices “si” y cuando dices “no”. Si te da gusto ayudar y sabes que la petición está dentro de tus posibilidades, lo más seguro es que conceder sea una buena decisión. Si la petición te causa ansiedad, pone en peligro tus finanzas o tu trabajo, lo mejor es decir “no”.
Antes de describir algunas maneras para practicar como decir “no”, es importante reconocer lo que sucede en nuestra mente cuando enfrentamos una de estas situaciones. Cuando a alguien le dices “no”, naturalmente la tendencia de la otra persona es generar un sentido de culpabilidad, lo haga conscientemente o no. Para poder responder “no” con confianza, debes primero que nada tener claras tus razones, y saber que tus razones son 100% válidas para ti. La parte opuesta tratara de convencerte de que tus razones no son verídicas, o bien que puedes hacer una excepción. Sin embargo, mantente firme de que tus razones valen PARA TI y no necesitas la aprobación de nadie, y además, no son negociables. No es necesario caer en lo grosero, el respeto es tu arma mas letal. Al dar un “No” respetuoso dejas claro que esperas lo mismo de la otra persona.
Técnica: Reconoce la parte sensible de la otra persona. Honrar su pena- válida para ellos- es parte vital de tu respuesta. Al mismo tiempo, mantente firme en tus razones, y no dudes.
Categoría A: Cuando te ofrecen algo que te puede comprometer después, o que simplemente no quieres. (Ej. Estás a dieta y te ofrecen un pastelito)
- No gracias, aprecio tu intención pero no puedo aceptar.
- Es muy lindo tu detalle, tal vez en otra ocasión pueda aceptar.
- Gracias por tus atenciones, significa mucho para mi, espero me entiendas.
Categoria B: Cuando te piden dinero o recursos. (Ej. Tu mejor amiga perdió su trabajo y necesita dinero para la renta. Tu presupuesto no tiene espacio y prestarle dinero significa que tu no vas a pagar tus obligaciones a tiempo.)
- Siento mucho tu situación, aun cuando ahora no me es posible ayudarte.
- Mi presupuesto es muy limitado y no me puedo comprometer.
- Gracias por tenerme la confianza de compartir tu situación, a pesar de que no te puedo ayudar.
Categoria C: Cuando la petición requiere de tu tiempo. (Ej. Tu mamá te pide que la acompañes al doctor, pero tu trabajas y no puedes faltar.)
- Se como te sientes, y sé que es importante. Desafortunadamente mi obligación de trabajo no me permite faltar.
- Me hubiera gustado acompañarte, no puedo en esta ocasión.
- Tu proyecto suena muy interesante, en el futuro me gustaría asistir.
Peligro: No caigas en la trampa de “dejame pensarlo”, tu respuesta debe ser firme. De otra manera das la impresión de que todavía te pueden convencer. Esto resulta en una larga y desgastante batalla que puedes evitar desde un principio.
No importa si eres experta o no, practicar poco a poco el arte de poner límites te hará cada vez más segura de ti misma!