Por: María Marín
Digamos que saliste a cenar por primera vez con un pretendiente que te gusta mucho. Luego de la velada, te lleva hasta la puerta de tu casa y se despiden con un abrazo y un besito. Entras toda emocionada y vas directo a tu cuarto con el corazón latiendo de felicidad. Sacas el celular de tu cartera y te tiras en la cama boca arriba. Con el teléfono en la mano, empiezas a pensar sobre el texto que le vas a enviar. Después de escribir y borrar varios mensajes, por fin te decides y le envías: “qué bien la pasé, ojalá que se repita”.
Tu piensas que este texto de agradecimiento no tiene nada de malo y es algo muy normal. Incluso crees que este texto le hará pensar que eres muy educada y cortés. ¡TE EQUIVOCAS! Este texto lo que le hará pensar es: “quedó loquita conmigo, no pudo esperar a que yo me comunicara con ella, esta chica se muere por tener novio”
Una mujer que hace el primer contacto envía un claro mensaje de que está sola y desesperada por emparejarse. Cuando eres tú la que se contacta primero, el mensaje subliminal que le envías es: “Me muero por ti o por el primero que venga, y te estoy llamando para que no se te olvide llamarme”.
Aunque te mueras por llamar a un hombre, deja que sea él quien haga el primer contacto después de la primera cita. Tampoco se te ocurra pedirlo de amigo en Facebook, seguirlo en Instagram, X o ninguna red social. ¡NINGUN ACERCAMIENTO! Tal vez tu piensas preocupada: ¿y que tal si no me llama? Pues significa que no estaba interesado en ti y para qué humillarte buscando a alguien que no le interesas. Cuando a un hombre le gusta una mujer hará todo lo posible por volverla ver.
Espera a que sea él quien te busque, te haces más interesante y le das a entender: “soy una mujer ocupada, tengo mi propia vida y hay muchos interesados en mí. Así que ponte en la cola, a ver cómo llegas al primer lugar”.